El Informe de la AIREF sobre infraestructuras de transporte
He leído por encima el informe de la
Airef sobre las infraestructuras. Es un estudio interesante y exhaustivo, pero
no aporta nada nuevo que no se hubiese dicho ya en docenas de informes en
España y fuera de España. No hay más que analizar la bibliografía para encontrar
publicaciones que los interesados hemos leído más de una vez
Quizá incluye un análisis algo más claro de lo
habitual sobre el trabajo de planificación en las administraciones públicas,
aunque yo noto una carencia fundamental que está detrás de mucho de lo que se
denuncia
Echo en falta la valentía o el valor,
porque hace falta, para analizar cuál es el sistema español de producción de la
obra pública, una vez que, con los defectos de planificación ya señalados, se
ha tomado la decisión de realizarla.
La influencia del sistema de producción
en el sistema de planificación es más que evidente y hay una interacción que
supera las realidades del sistema político, que también tiene algo que ver,
aunque la influencia del sistema de producción en el sistema político es
notable y de vez en cuando, solo de vez en cuando, salta a la actualidad,
aunque pocas veces con el nombre de los “productores”, que suelen irse de
rositas. Sus recursos les cuesta.
Y seguro que quien me lea, sabe de lo
que hablo. No parece interesar a la Airef el por qué en España no hay empresas
extranjeras compitiendo con las nacionales. Tampoco cómo y por qué se ha
producido una concentración de empresas en el sector que las ha convertido en
las más importantes del mundo, no siendo España un país de los más potentes económicamente.
El que otro ejemplo sea Brasil, debería dar que pensar. Cómo realizan las obras
las grandes empresas y el papel de la subcontratación, Quienes redactan los estudios
de viabilidad, a los que tanto se alude, los estudios informativos, y los
proyectos, incluso quien ejerce las direcciones de obra, funciones todas ellas
casi siempre, cuando no siempre, externalizadas por las administraciones, a consultorías
externas, que forman parte del sistema de producción. Con ello, el papel de los
técnicos públicos es siempre subordinado y con él, la defensa de los objetivos
de interés público.
Si cree la Airef que todo esto no tiene
nada que ver con los defectos que señala, pues eso es opinable, aunque en mi
modo de ver las cosas, quizá es más bien
es el temor a irritar a los que de verdad ostentan el poder en este campo de
las infraestructuras, lo que le impide profundizar en el asunto.